Canto Awajún (nampet) contra la contaminación del río Cenepa (Amazonía peruana) por la extracción minera
Reflexionemos
un momento sobre la siguiente cuestión: si en algunos lugares del territorio
español tienen lugar «atentados» contra el medioambiente, provocados de manera
intencionada por empresas que - por ahorrarse dinero en el control de sus
residuos - vierten a los ríos de manera ilegal importantes cantidades de
elementos contaminantes, qué no pasará en zonas del planeta tan extensas y
alejadas de entornos urbanos como es la selva amazónica, con gran dificultad de
las autoridades para controlar estas actividades, o incluso, auspiciados y
protegidos por estas «autoridades» gubernamentales a cambio de un margen de
beneficios. La corrupción política o la propia incapacidad de los gobiernos
para controlar estas acciones por parte de empresas mineras y petroleras son la
causa de la contaminación de los ríos amazónicos. Lo que trae como consecuencia
la enfermedad, el hambre y la pobreza para las comunidades indígenas que
habitan esos territorios.
El siguiente nampet (canto),
interpretado por Rosa Mayán de la comunidad awajún (aguaruna) de Nuevo Kanam en
el río Cenepa (Perú), fue grabado por Esteban Sepúlveda en la sede de ODECOFROC
(Organización de Desarrollo de las Comunidades Fronterizas del río Cenepa) en
el año 2012. Rosa, que está junto a su madre, explica su preocupación en
relación con la extracción minera en su territorio, y hace un llamamiento para
difundir el mensaje que expresa a través de su canto.
Traducción
de la letra del nampet (3´12´´ - 6´13´´)
«Ahora
voy a cantar en nombre de la tierra, escuchen.
La compañía
ha entrado a nuestra tierra para trabajar.
Están
cavando la tierra y de adentro sacan la tierra y el oro, sacan todo.
Es un
cerro grande y ahí están cavando. Y también derrumbando ese cerro.
Y de
arriba un helicóptero viene y dirige.
Sacan esa
tierra de adentro, jalan, derrumban y sacan el oro.
El
helicóptero viene, baja y, como en una bolsa, meten esa tierra y el helicóptero
se la lleva.
Por favor,
defiéndannos.
Hablen
por nosotros, aunque no sean nuestros hermanos.
Por favor,
hablen por nosotros.
Por favor,
hablen por nosotros para poder estar libres.
Poder
estar tranquilos, poder sembrar para nuestros hijos.
Si no,
ellos, no van a tener futuro, porque van a ir contaminando.
Mi mamá
está al lado viendo todo lo que están haciendo y lo que están sacando.
Mi mamá
vive ahí.
Mi mamá
toma el agua de ahí. Y ahora, cuando contaminan,
ella de
dónde va a tomar.
Y yo
también veo el agua cristalina que van a contaminar.
Y ahora, ¿qué
vamos a beber?
La gente
de Estados Unidos y Canadá son los que están haciendo todo esto.
Llevando
el oro.
Y ahora
nos dicen que nos van a quitar el agua.
Les
cuento esto a ustedes, hermanos, para que sepan como nosotros
estamos
viviendo.
Eso no más».
Rosa
Mayán
«Nosotros, los aguarunas, estamos
muy tristes, porque estamos viendo cómo están malogrando la tierra. Por eso,
estoy dando ese mensaje no más para que sepan.
Por eso,
pensando en todo esto, lloro, pensado dónde sembraremos, qué comeremos.
Yo no voy
a morir pronto, o tal vez moriré en un año o dos. Yo no sé, pero estos años me
gustaría vivir bien.
Quiero
que ustedes nos defiendan, que cuenten cómo estamos los Awajún.
Mis
familiares no saben, no tenemos periodistas Awajún que difundan lo que nos está
pasando. Por eso, hermanos, a ustedes les pido para que hablen sobre esto».
Ignacio
Mayan
Una
década después la situación no ha cambiado, y los efectos negativos de la
extracción minera y petrolera en la vida de las comunidades indígenas siguen
manteniendo a estas poblaciones en un contexto de exclusión y marginación donde
sus formas tradicionales de vida se han visto alteradas.
A continuación, mostramos los
testimonios obtenidos mediante comunicación personal a través de
videoconferencia con Irma Tuesta Cerrón (Chinita) -fundadora awajún del Programa
de la Mujer del Río Cenepa, Nutrición y Salud- y Malena García Tuesta, hija
de esta y Pedro García Hierro (Perico), abogado español que dedicó su vida al
apoyo de los derechos indígenas. Los siguientes testimonios orales se
intercalan con fragmentos recogidos tanto del documento editado del «Ciclo
de charlas sobre derechos de los pueblos indígenas» donde Irma Tuesta
(Chinita) participó con la ponencia titulada «Rol de la mujer indígena y el
territorio», como de la Tesis Doctoral del antropólogo Raúl Riol
Gala, «La construcción del Cenepa como lugar indígena. Una historia awajún y
wampis de relación y defensa del territorio».
Sobre la importancia de la cultura
para apoyar procesos fundamentales de derechos humanos, dice Malena García:
«A través
de la música, de los cantos, se ha hecho de alguna manera política. Algunas
mujeres han hecho letras bastante políticas, ¿no? Tienen letras también para
reflexionar cómo están ahora en cuanto a sus problemas con la minería, que es
lo que quieren, qué es lo que no quieren para su futuro. […] A Chini (Irma
Tuesta) le invitaron para hablar por zoom sobre género y estas cosas que están
como de moda, y entonces le dimos como una vuelta para hablar del rol de la
mujer… porque también en el mundo «blanco» una dirigenta… la representación de
la dirigenta es una que sabe hablar, sabe gritar, y estar así como… y para
nosotras es todo lo contrario. Es la mujer que representa hacia adentro, ¿no?
La que mueve hacia adentro y la que jala a las demás […] mostrando que mantiene
la cultura, que hace cosas, no sólo grita. […] Esta mujer que canta es la
hermana de Salomón, Rosa, y canta sobre la minería y por qué la rechaza, y qué
es lo que quisiera para su futuro» (García, M., comunicación mediante
videoconferencia, 19 de noviembre de 2020).
En la ponencia, de título «Rol de
la mujer indígena y el territorio» dentro del citado curso sobre derechos
indígenas, Irma Tuesta dijo:
«En la actualidad hay más participación directa de
las mujeres en la política, hay más dirigentes, e incluso mujeres Apu, como en
el río Santiago. Como pueblos organizados, tenemos que seguir dando
oportunidades en los diferentes cargos en los espacios comunales y estatales a
las mujeres y a los jóvenes, hombres y mujeres» (Tuesta, 2020: 101).
Respecto a las características de un
tipo de canto (nampet) de la música aguaruna, dice Malena:
«También,
de alguna manera, los awajún cuando cantaban, no era repetir una canción que
había hecho alguien, sino interpretar sus sentimientos en ese momento, o algún
recuerdo. Es contar, es narrar una situación suya personal. Generalmente son
historias suyas vividas, ¿no? (García, M., comunicación mediante
videoconferencia, 19 de noviembre de 2020).
En este sentido, Chinita también
comenta sobre otro de los principales tipos de canto awajún (anen), con carácter
espiritual:
«También se enseña anen, que son cantos para
estar en armonía; se canta para tener buenas semillas, buena chacra, buenas
gallinas, para pescar, para estar bien con la pareja; también se canta para no
estar peleando. También hay cantos para los perritos, para que no les pique la
víbora, todo orientado al Buen Vivir» (Tuesta, 2020: 95).
Sobre las características de los anen,
dice Raúl Riol (2015):
«Existen
muy diferentes situaciones en las que se puede cantar un anen. Los
adultos, de cualquier edad, sexo y condición, que hayan adquirido el estado de anentrin,
pueden comunicarse mediante estos cantos con los seres y espíritus del
territorio por sí mismos, sin necesidad del apoyo de un especialista chamán. Se
suelen cantar de forma secreta, sin que se enteren otros, porque se piensa que
de otra forma se quitaría fuerza al canto o se desvanecería. Por esta razón,
los anen no se cantan abiertamente, en lugares públicos, sino que suelen
ser cantados en la soledad de la chacra y del bosque. Se cantan también en el
camino que conduce a estos lugares, al inicio de la jornada de trabajo. De esta
forma se hace un anuncio al dueño de un lugar con la intención de ser bien
recibido. Si son para enamorar o por problemas de desamor, los anen
suelen ser cantados al atardecer, en lugares apartados y melancólicos, preferiblemente
en ayunas y mucho mejor en trance de tabaco. Además, para conseguir el
secretismo necesario también se pueden cantar mentalmente, con el pensamiento,
mientras se silba o se toca un instrumento musical apropiado para la
musicalidad del anen» (Riol, 2015: 141).
En la conversación mantenida con
Chinita y Malena, comenté lo importante que me parecía el hecho de mostrar a
través de las letras expresadas en los cantos un mensaje de reivindicación de
elementos o situaciones que no son justas y la necesidad de cambio. Les
pregunté si desde el ámbito político se está haciendo algo para limitar estas
actuaciones de las mineras o de si, por el contrario, se siguen dando casos de
políticos que siguen cobrando dinero por parte de esas empresas y mirando a
otro lado. A lo que respondió Malena:
«Sigue
igual, y lo peor de todo es que ahora hay mucha minería informal dentro no sólo
del Cenepa, en todo el territorio awajún, el río Santiago… en realidad en todas
partes. Pero yo te cuento de esta parte, río Cenepa, han llegado muchos mineros
informales, y generalmente son awajún con algún comerciante. Y es una pena,
¿no? Cuando no tengan ya dónde más escarbar se darán cuenta que no tienen ya ni
dónde vivir» (García, M., comunicación mediante videoconferencia, 19 de
noviembre de 2020).
Las
características de lo que es para el pueblo awajún el «Buen Vivir» son las siguientes:
«Nosotros
queremos vivir en paz. Tenemos derecho a tener un territorio sano para vivir
bien (shiig pujut). Pero en los últimos años hemos tenido problemas con
la minería, petrolera, maderera, entre otros, que han quebrado esa tranquilidad
que teníamos; están contaminando nuestros territorios, dañando nuestra salud y
nuestra vida. Nuestros gobernantes deben entender que los pueblos indígenas
tenemos derecho a vivir en un ambiente sano que nos asegure que podemos vivir
como pueblos indígenas» (Tuesta, 2020: 104).
Por un lado, hay jóvenes que no
están apoyando con suficiente fuerza los procesos identitarios propios de la
cultura awajún, tal y como dice Chinita:
«Actualmente, los jóvenes no están aprendiendo a
vivir en nuestro territorio ni a valorar la importancia como pueblos indígenas.
Se está perdiendo la transmisión de este amor a nuestro territorio, a nuestra
identidad: nos enseñan a avergonzarnos de ser indígenas, pero depende de
nosotros cambiar eso» (Tuesta, 2020: 100).
Por otro lado, también hay jóvenes
que luchan por el fortalecimiento de esa identidad, tal y como dice Raúl Riol
(2015):
«El paro
amazónico, la lucha, la memoria viva de las historias y los mitos, y la
emergencia de prácticas fundamentales en el proceso vital de un awajún o
un wampis, ha sido algo muy importante para los jóvenes, aunque habrá
que esperar más tiempo para saber exactamente hacia dónde les conduce. En principio,
los jóvenes han tenido la oportunidad de afirmar su arraigo y su identidad
indígena en un contexto de lucha territorial, como anteriormente lo hicieran
sus antepasados. Así, muchos jóvenes se han apropiado definitivamente de
discursos tradicionales de lucha territorial y han creado nuevos discursos.
Esto se puede ver en las nuevas composiciones musicales, en las que se mezcla
la temática de los nampet y los ritmos de cumbia, como este tema de los
Amazonenses, titulado Nugka ayamjakun: “Me voy por la defensa de
nuestro territorio, me estoy yendo /cuando venían los militares lanzas y lanzas
han visto/ cuando venían los policías han visto nuestra visión…no lloren,
solamente dame el masato para irme/ llevando lanza salí”. Pero, al mismo
tiempo, las protestas amazónicas también han destacado por la utilización de
tecnologías de la información y la comunicación modernas. El uso de videos,
prensa, pronunciamientos públicos, páginas web…, para la defensa del
territorio, que han venido realizando los pueblos awajún y wampis,
en función de sus propios intereses y necesidades» (Riol, 2015: 440).
Actualmente, la defensa del territorio
que habitan los pueblos indígenas amazónicos es fundamentalmente la lucha ante
las empresas extractoras de recursos naturales que, bajo el paradigma
capitalista neoliberal tienen como objetivo la obtención del máximo beneficio
económico sin tener en cuenta los efectos negativos y los daños colaterales
tanto al propio entorno natural como a las personas que lo habitan.
El hecho de llevar al aula este tipo
de cuestiones en un contexto urbano europeo como es aquél desde donde escribo, significa
no sólo facilitar el acceso al conocimiento de unas culturas de gran riqueza y
valor, sino posibilitar la reflexión al alumnado adolescente sobre la cuestión
del medioambiente y la sostenibilidad del planeta a nivel global, puesto que
los primeros damnificados y las personas que sufren estos efectos en sus
propias vidas son las comunidades indígenas, pero el efecto negativo y las
consecuencias para la supervivencia a nivel global se extrapolan más allá de la
Amazonía peruana al conjunto del planeta. Esta cuestión se relaciona con los
elementos transversales del currículum y con lo que se denomina Educación en
Valores, al haberse convertido en una situación de injusticia que genera pobreza,
discriminación, exclusión y desigualdad. Y que atenta contra los propios derechos
fundamentales del ser humano, como son el derecho a la salud y el derecho a la
propia vida.
Sobre la situación actual en
relación con las actividades artísticas -concretamente las musicales- posteriores
al viaje que realicé a Perú en el año 2004 con las que se iniciaron las
actividades que desembocaron en el I Festival de Música Awajún realizado
en el año 2006 en la sede de ODECOFROC (Organización de Desarrollo de las
Comunidades Fronterizas del Cenepa), Malena García dijo:
«Quedó
ahí y no continuaron. Lo que sí veo es que, después de estos festivales, lo que
más ha quedado ha sido la idea de la vestimenta. Recuperar la vestimenta para
cuando venga el alcalde X todos salen y se presentan con la vestimenta. Es un
rollo un poco más… folclórico, ¿no?» (García, M., comunicación mediante
videoconferencia, 19 de noviembre de 2020).
Le pregunté cómo es que no se había
seguido por ese camino, donde, al recuperar y dar valor a tradiciones culturales
más allá de la vestimenta (música, cerámica, alimentación) se apoyaba el mismo
proceso de fortalecimiento de la identidad cara a mantener o defender otros
derechos, como son los territoriales. A lo que Malena respondió:
«Esa era
la idea, pero, por desgracia, siempre tiene que haber alguien que empuje, ¿no?
[…] Lo de la música la idea era también producir para hacer un trabajo conjunto
con las escuelas, pero también hay todo un rollo con las escuelas y el
Ministerio de Educación. Los profesores, muchos, se echan para atrás de hacer
algo que no esté dentro de lo que les piden, el Ministerio. No quieren como
salirse de esto y arriesgarse, y hacer otra cosa fuera de esa línea. Porque les
van a criticar, o les pueden denunciar, o les pueden quitar el puesto, lo que
sea… Entonces es como un poquito… Lo más difícil es encontrar con quién poder
trabajar, y que realmente le guste la idea. […] Sería cuestión de empujar si se
quiere un poquito recuperar eso» (García, M., comunicación mediante
videoconferencia, 19 de noviembre de 2020).
Sobre esta cuestión, Irma Tuesta
comentó que en estos momentos hay muchos celulares (teléfonos móviles) en la
zona, y que los jóvenes siguen sin estar interesados por las tradiciones
musicales de las generaciones anteriores, tal y como pasaba cuando planteamos
el proyecto de revalorización cultural de la música awajún hace ya dos décadas,
y que, tristemente, no llegó a consolidarse. Le dije que aquí, en Andalucía
(España), pasa lo mismo con el flamenco, y que parte de mi trabajo y esfuerzo
se basa en acercar el flamenco a una juventud que sólo escucha músicas
globalizadas y que no quieren saber nada de otras músicas tan importantes no
sólo de su país, sino de su propia zona. Hoy en día, a gran parte de la
población adolescente el flamenco les resulta una música extraña, y muchas
veces se ríen al escuchar a alguien cantar de esa manera. La juventud no tiene interés
por esta manifestación artística porque no la conocen, y no tienen conocimiento
sobre flamenco porque no tienen un acceso fácil al no estar presente ni en su
entorno ni en los medios de comunicación masivos. De este modo, la tradición
cultural musical de los pueblos indígenas amazónicos y la tradición cultural
musical más importante de Andalucía, se relacionan por esta necesidad de apoyar
procesos de revalorización cultural y el mantenimiento y desarrollo que
supondría el hecho de que la población joven las valore positivamente.
Este tipo
de temáticas -desde la revalorización cultural de la música indígena amazónica
hasta los efectos de la contaminación en los ríos que atraviesan la selva por
razones económicas ajenas al propio mundo indígena y ligadas al ámbito de la
economía global - las he llevado al aula en mi labor docente en Educación
Secundaria Obligatoria (ESO) como profesor de la asignatura de Música en 1º ESO,
de un Programa de Enriquecimiento Curricular (PEC) en 3º ESO, y de la
asignatura de Economía en 4º ESO. He trabajado así con el alumnado estas
cuestiones, posibilitando un acercamiento a estas realidades al hacerles
reflexionar sobre los cambios en la forma de vida de las comunidades indígenas
en general. Analizando algunas de las consecuencias y efectos negativos de la
globalización y el capitalismo al mismo tiempo que se favorece un mayor
conocimiento sobre estas culturas. Llevar al aula este tipo de contenidos es
parte de lo que se entiende por Educación para la Justicia Social.
La metodología utilizada para que el alumnado haya podido trabajar estos contenidos se ha basado en el análisis de bibliografía específica y el visionado de vídeos realizados personalmente durante mi estancia en Perú en el año 2004, en el que viajé por las comunidades indígenas del río Cenepa localizando a personas que supiesen cantar, bailar o tocar instrumentos. Se recogieron sus opiniones y valoraciones además de las representaciones artísticas que realizaban, para poder así plantear un proyecto de revalorización cultural de su música donde estas personas impartiesen formación y difundiesen sus conocimientos.
El Objetivo General de estas actividades en el aula fue posibilitar al alumnado de Educación Secundaria Obligatoria (ESO) de un centro educativo de Málaga (España) el conocimiento de la situación actual de la población indígena amazónica (temáticas y cuestiones que no se tratan normalmente en los libros de texto de estas etapas educativas).
Los Objetivos Específicos fueron los siguientes:
- En relación con el Medio Ambiente
- Ser conscientes de la situación de peligro de los
pueblos indígenas amazónicos por los efectos de la tala de árboles por parte de
las empresas madereras, y el daño ecológico producido por los residuos de la
minería y de las empresas petrolíferas causantes de la contaminación de los
ríos.
- Relacionar la situación ecológica actual de la
selva amazónica con los efectos globales en el planeta, valorando la
interrelación del ser humano en un hábitat global.
- En relación con la Cultura y el Arte
- Conocer los hábitos y formas de vida de las culturas amazónicas.
- Comparar estas culturas con la cultura occidentalizada.
- Valorar otras formas de entender el mundo.
- Identificar rasgos comunes en los hábitos del ser humano.
- Aprender determinados rasgos del lenguaje Awajún (aguaruna).
- Conocer diferentes tipos de representaciones artísticas de los pueblos amazónicos (música, cerámica, pintura, etc).
- En relación con la Medicina y la Salud Indígena
- Valorar determinados elementos de la medicina natural indígena en los que se basa parte de la farmacología occidental.
- Conocer diferentes estrategias asumidas por las comunidades indígenas para solventar los problemas derivados de la sobreexplotación de la selva y la disminución de recursos naturales (caza y pesca) debido al crecimiento demográfico.
Los resultados, en cuanto al trabajo realizado por el alumnado de la asignatura de Música, se encuentran entre la reflexión a través de comentarios y opiniones sobre la comparación de algunos de los instrumentos musicales utilizados por las culturas amazónicas (flautas de hueso, sonajas elaboradas con conchas y semillas) con instrumentos musicales encontrados en yacimientos arqueológicos en diversas partes del planeta datados con una antigüedad de 40.000 años (musicología comparada); desde la asignatura de Economía se han realizado trabajos de investigación y exposiciones orales donde se han analizado algunas de las consecuencias y efectos negativos de la globalización y el capitalismo para las poblaciones indígenas, y las consecuencias medioambientales de la extracción minera y petrolera en territorio de selva amazónica; y en el Programa de Enriquecimiento Curricular (PEC) se llevó a cabo una búsqueda de información sobre los hábitos y formas de vida de los pueblos indígenas amazónicos (centrándose en el pueblo awajún de la Amazonía peruana) para crear posteriormente determinados personajes ficticios y desarrollar una historia ilustrada en el que se mostrasen los principales cambios sufridos en el mundo amazónico, y los principales retos y desafíos que deben afrontar las poblaciones indígenas actualmente.
BIBLIOGRAFÍA
Tuesta I.
(2020), «Rol de la mujer indígena y el territorio», ¿Cómo entendemosnuestros derechos?, (95-110), Lima: Visión Amazonía-Viamazon.
García, M. et al. (2014), Panorama de la situación de la niñez y adolescenciaindígena en América Latina: el derecho a la salud y a la alimentación en laAmazonía peruana, Panamá: UNICEF.
García, P. (2012), «Territorios indígenas: costos internos de los procesos de integración», en Articulando la Amazonía. Una mirada al mundo ruralamazónico, (151-168), Lima: AECID.
Riol, R. (2015), La construcción del Cenepa como lugar indígena: una historiaAwajún y Wampis de relación y defensa del territorio (Tesis doctoral, Universidad Autónoma de Madrid – UAM, España).
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